viernes, 14 de julio de 2017

¿Y, EN 2019 QUÉ?

Las manifestaciones realizadas por el Sr. Alcalde de El Campello sobre el alto nivel de acuerdo en el gobierno plural es una buena noticia. La cuestión es, no ya el nivel de acuerdo, sino en qué se está de acuerdo, algo que, al menos la ciudadanía no tiene del todo claro. Pero la cuestión que me gustaría abordar no es el contenido, sino el continente.
El marco conceptual, en nuestra democracia, lo establece la Constitución del 78, que en su artículo 6 expresa que "los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular, y son instrumento fundamental para la participación política".Puede parecer una obviedad, pero no lo es tanto: en una comunidad organizada, se dan diversidades ideológicas, de intereses y valores, diversidad que, en nuestro marco institucional basado en la soberanía popular y la libre competencia electoral se expresa y refleja en las personas que representan a la sociedad. De nuevo, parece obvio que son los partidos políticos los que transforman el pluralismo social en pluralismo político, y los que, en su condición de mediadores entre la sociedad civil y el Estado, tienen la obligación de expresar el pluralismo político en las instituciones. De ahí que, congratulándome del nivel de acuerdo, me preocupa ese relato sobre una "superación" de la acción de los partidos como hecho relevante que da, respecto a otros gobiernos plurales, un carácter diferenciador.
No se puede practicar la comparación con otros gobierno de coalición o plurales ya que en éstos gobiernos, la lógica electoral primó sobre el interés partidario, algo que no ocurrió en el caso de El Campello dada la unidad de acción anti PSOE que privó a la segunda opción electoral del protagonismo que la ciudadanía expresó en las urnas ( escaso el margen, pero existente).
El intento , a través de poner en valor el nivel de consenso, de "anular" a los partidos participantes tiene, en mi opinión, su origen en un claro intento de hegemonizar la imagen del actual gobierno por parte de la cuarta fuerza política en las elecciones de mayo de 2015.
Dentro de aproximadamente dos años, los diferentes partidos tendrán que presentarse ante la ciudadanía para ser evaluados en el cumplimiento de sus compromisos. Evidentemente, la estabilidad es un elemento a poner de relieve pero, ¿ y los compromisos que los partidos plantearon en la campaña electoral?.
El actual escenario municipal, en cuanto al gobierno se refiere presenta unos rasgos que deben ser analizados en el contexto de un gobierno en minoría donde dos partidos presentan una confluencia expresa: Compromís y Podemos ( en el caso del El Campello PDC). Demócrates ha quedado invalidado como opción política jugando, en todo caso, un mero papel individual de sustento del actual gobierno. Por otro lado está la formación que fue soporte de la investidura y que fue excluida del gobierno municipal ( EUPV) la cual, pese a que en el ámbito autonómico y estatal, forma parte de una confluencia de partidos, en el local no parece que vaya a ser así. Por último, el caso del PSPV-PSOE, que pese a quedar excluido, siendo la segunda fuerza electoral, del protagonismo que la ciudadanía expresó en las urnas, apoyó durante más de un año al gobierno en minoría, demostrando un claro compromiso, más allá de intereses partidistas, con el proceso de cambio. Su decisión de participar activamente en el gobierno demuestra, no solo ese compromiso, sino un paso más allá para con la estabilidad del gobierno. No obstante, este hecho incuestionable que pone de relieve, como decía, el compromiso con el cambio, no fue suficientemente explicado, máxime si consideramos que no se produjo un retorno al acuerdo original de Esquerra Unida, lo que habría tenido sentido al recuperar la mayoría institucional.
La dificultad en la que se encuentra el PSPV-PSOE es dilucidar si, además de la estabilidad, tiene algo más que decir como organización política que ha gobernado éste municipio con mayoría absoluta y que sigue siendo una opción relevante para una parte de la ciudadanía. La pregunta sería, ¿quiere seguir siéndolo?. Si la "institucionalización" (nueva institucionalización con repetición de tics y actitudes) no se ve compensada con una clara apuesta por sacar adelante el programa electoral, con lealtad al consenso pero sin renuncia a las propuestas propias, y un esfuerzo porque su aportación se visualice, el PSPV-PSOE tendrá un complicado futuro: o ser muleta o ser protagonista activo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario