domingo, 30 de julio de 2017

PRODUCTIVIDAD.



"Santa wikipedia", dice de la prductividad:La productividad debe ser definida como el indicador de eficiencia que relaciona la cantidad de recursos utilizados con la cantidad de producción obtenida. En el caso que nos ocupa, es difícilmente aplicable ya que estamos hablando de la administración pública, y por lo tanto los objetivos son, sobre el papel, la eficiencia en la prestación de servicios, la agilidad en la resolución de procedimientos administrativos, etc.
El concepto retributivo variable de la productividad viene recogido en diferentes leyes: la 30/84 de 2 de agosto, el Decreto ley 861/1986, el Estatuto Básico del Empleado Público, etc. Pero, aunque parezca paradógico no voy a analizar la percepción de ésta retribución en la administración local de nuestro municipio, sino el trasfondo político, que lo tiene.
El pasado 27 de julio, el Pleno municipal desestimó con los votos de toda la oposición y sólo el voto favorable del "equipo de gobierno" ( equipo de gobierno, que pese a la insistencia en que parezca una unidad, está compuesto por diferentes formaciones políticas, con diferentes programas y diferentes planteamientos que, en democracia, representan las diferentes opiniones, intereses y valores así como programas electorales). Sorprendentemente, quien inició el proceso de "desnaturalización" de éste complemento retributivo, el Partido Popular, votó de forma negativa a un reglamento que, en principio, venía a "poner orden" a un cierto desorden (creado inicialmente por ellos mismos). Ciudadanos y Esquerra Unida también votaron en contra, y el informe de intervención tuvo mucho que ver en la decisión ( sobre el informe, seguiremos hablando en próximos artículos, ya que merece un análisis pormenorizado y singular).
La cuestión es que,  la Sindicatura de Cuentas, en su informe sobre la gestión de 2015 apuntaba la necesidad de dotarse de un reglamento de productividad del que hasta ahora carece la administración local. Pero la Sindicatura no conoce la totalidad de los datos, pues si así fuera, su actuación y su exigencia habría sido otra bien diferente. Finalmente, el Alcalde reconoció de forma explícita que el objetivo era cumplir el requisito de la Sindicatura y no, como otros entendieron, "regularizar" la percepción del complemento de productividad.
Pero, ¿porqué, pese a la inexistencia de mayoría suficiente para su aprobación, el Alcalde, como único portavoz del gobierno municipal decidió que el punto se votaría?. He aquí la cuestión política que motiva ésta reflexión.
En mi humilde opinión, y pese a la retórica utilizada por el Alcalde en su "análisis" sobre el ecuador de la legislatura, la situación creada por el PP en 2007 no ha variado, al contrario: se ha multiplicado exponencialmente. Las "dinámicas" de las que habla el Alcalde, como uno de los "logros" de su gestión, no han variado, se han multiplicado. El PP en 2007 creó un problema, y el actual gobierno se ha dedicado, no solo a gestionar el problema sino a incrementarlo ( solo hay que ver la evolución de la partida destinada al complemento de productividad desde aquel año hasta la liquidación de 2016).
En un principio, la presión ( por ser correcto) de un grupo de funcionarios al Alcalde Juan Ramón Varó, propició, no solo nombramientos al margen del procedimiento establecido, sino la asignación de una cantidad fija, periódica y por grupos, algo que la normativa vigente impide explicitamente.
Como señalaba en un artículo anterior, la administración sufrió cambios importantes, siendo los de mayor calado los desarrollados entre 1985 y 1995, con el Secretario municipal Vicente Boix al frente de la estructura administrativa. La transformación de una administración pequeña, poco profesional en medios y recursos, y desajustada en el cumplimiento de las incipientes normas que nacían junto a la democracia, fueron un hecho, pero la llegada de la derecha al gobierno en 1995 propició un retroceso que junto al desproporcionado crecimiento de determinadas estructuras, condiciona en si la prestación de servicios de forma eficiente. La imagen que la ciudadanía sigue teniendo es que, el problema de éste pueblo, es la administración. La cuestión ahora es, ¿Cómo se soluciona ésto?, ¿Cómo se recupera el tiempo perdido en la modernización y adaptación de la administración a la sociedad a la que sirve?.
En un segundo artículo intentaré presentar datos, basados todos ellos tanto en las liquidaciones presupuestarias como en el informe de la Sindicatura y el último informe de Intervención para seguir aclarando una situación que, irremediablemente debe llevar a la administración hacia un punto de inflexión: seguir siendo el problema o intentar mejoras.

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