lunes, 31 de marzo de 2014

COMPETENCIAS Y APETENCIAS.

No hace mucho podíamos leer que el Ayuntamiento, o sea, el Gobierno municipal, “congelaba” las ayudas al transporte para jóvenes que cursaran sus estudios fuera de la localidad, para estudiar si las “competencias” que establece la nueva legislación local lo permite o no. Hora, haciendo uso de las competencias (¿seguro?), eleva al Pleno Municipal, o sea, el foro donde todos y todas los campelleros y campelleras estamos representados, una moción de apoyo a la ampliación del centro religioso. Los argumentos del Alcalde merecen una respuesta clara: la educación no es una mercancía, por lo que no cabe la palabra “oferta”; en todo caso podría haberse referido a que, de esta manera, se ampliaban las oportunidades, cosa que tampoco es cierta, pues solo se refiere, a la oportunidad para quien pueda pagarla. No obstante, y a la vista de que después de la supresión de dos líneas en el CEIP y del centro número cinco, ¿no cree que la “oferta” se reducía? (hablamos de centros públicos donde la educación es gratuita).

La opción de, teniendo o sin tener competencias, elevar una moción de apoyo a la ampliación del colegio religioso expresa una opción clara del actual gobierno; expresa una opción política. Y esta opción política ha sido contestada por la comunidad educativa local ( la pública) con una protesta que, o mucho me equivoco, o no tendrá ninguna repercusión, aunque debiera.

La opción de apoyar la educación privada es uno de los rasgos definitorios de la derecha política, y los padres y madres deberían tenerlo muy en cuenta, al igual que las palabras del Alcalde: oferta ( entiende la educación y, por ende a los educandos como una mercancía). No tener este “pequeño” detalle en cuenta es volver a disculpar a los que dirigen el Ayuntamiento, porque total, ¡una nimiedad!. No es así.

En algún momento, los padres y madres, sometidos a una presión laboral y socioeconómica insoportable, entenderán que la primera y más genuina expresión de dominación que el sistema ejerce es en la educación. La “legitimidad” (expresada en las urnas) de los gobiernos, les dan la posibilidad de influir directamente en la ignorancia del futuro, precarizando la enseñanza del presente, algo que influirá claramente, no solo en las oportunidades que nuestros hijos e hijas tendrán, sino en que se construirán ( junto con el terror económico y social propio de una superestructura que ejerce su poder de coerción de modo indirecto a través de una violencia diferida en el tiempo) generaciones de “consumidores” sumisos, frente a ciudadanos y ciudadanas responsables y críticos, algo que el sistema no puede consentir, pues su estatus peligraría.

Esa opción, en apariencia tan “sin importancia”, expresa un modo de pensar que hay que combatir. Si no se hace, si no nos enfrentamos a los que quieren seguir apretando la soga en torno a la vida de los trabajadores y trabajadoras no tendremos derecho a llamarnos ciudadanos y ciudadanas, nos habremos convertido en sumisos y resignados, y lo peor, habremos ( de hecho ya lo estamos haciendo) condenado a nuestros hijos a la sumisión y la resignación.

domingo, 30 de marzo de 2014

PENSAR

Todos y todas pensamos. Normalmente centramos nuestras reflexiones sobre lo cotidiano, sobre los problemas y acontecimientos que  nos van sucediendo, sin reparar en que no nos paramos a pensar sobre esas "cosas", más allá de lo cotidiano pero que nos ayudan a construir lo venidero; o al menos a intentar entenderlo.

Desde pequeño he sentido una curiosidad por los demás. Una especie de empatia, fundamentalmente por personas que me transmitían un especial ensimismamiento, una sensación de sufrimiento. He pensado a lo largo de los años como sería la vida de ésta o aquella persona, cuales serían los problemas que le quitarían el sueño, cuales sus apoyos, sus relaciones y sus anhelos. No he podido evitarlo nunca. Ya fuese caminando por la calle, ya viajando en transporte público, ver a esas personas que nos rodean y que son tan invisibles como nosotros para ellas, me ha provocado momentos de reflexión. Desde pequeño me pregunté por los motivos de muchas cosas que sucedían a mi alrededor y que quería entender. Cómo y porqué unas personas se relacionaban con otras y de qué manera; cual era ese "pegamento" que mantenía a los grupos unidos y el motivo por el que los desunía, el motivo de la amistad y la enemistad. Pero, principalmente, he tenido sentimientos muy fuertes hacia esos seres humanos que, ya fuese por su aspecto, ya fuese por su gesto, transmitían sufrimiento. He mirado a los niños pensando en esa inocencia inmersa en un mar de sufrimientos y de preocupaciones que parecían no sentir. En esa inocencia cogiendo de la mano a un adulto al que se aferraban como su nexo con el mundo, su guía hacia el futuro. He mirado a esos adultos que, con los ojos tristes miraban hacia ningún sitio asiendo con fuerza la mano de ese incierto futuro que habían traído al mundo.

No he podido evitarlo, siempre he sentido empatía. Y ese sentimiento me ha hecho buscar los porqués de muchas cosas cuando la gente que me rodeaba tenía otras preocupaciones. He "perdido" el tiempo buceando entre personas de otros tiempos que dedicaron su vida a, ¡Pensar!. Y he descubierto ( a veces pronto, pero casi siempre tarde) que a lo largo de la historia del ser humano, la empatía ha sido una motivación, una preocupación por buscar esos porqués.  Y me he sentido feliz y al tiempo triste al encontrar reflexiones que en apariencia explicaban o daban sentido a mis ideas, pero al tiempo he encontrado otras que abiertamente contradecían las que parecían sólidas y para siempre. He estudiado, he leído con ansiedad. He buscado y sigo buscando, a pesar de que los años ya se van acumulando y, a veces ( solo a veces) pienso en el esfuerzo tan inútil de seguir buscando. Pero esa sensación de frustración pasa rápidamente cuando leo una idea que, coincidiendo con la mía, fue formulada hace siglos, o hace años, o simplemente, hace meses por otra persona que sentía la misma necesidad que yo.

Y sigo buscando. Y mientras busco, me encuentro a mi mismo en todas esas reflexiones, positivas, negativas, contradictorias. Y me sumerjo en los pensamientos de tantos intelectuales intentado hacerlos míos para así poder valorar, sopesar y reflexionar sobre esas ideas que persiguieron y persiguen explicar y explicarse las cosas.

Demasiadas preguntas y muy poco tiempo para encontrar respuestas. Pero seguiré buscando, creo que hasta el fin de mis días porque, a pesar de que a mi alrededor veo crecer la estupidez, se que hay respuesta para ese fenómeno que cada día es más "normal" en nuestra sociedad. Se que tiene una explicación y un porqué. Si no buscamos esos porqués, simplemente intentaremos desenvolvernos en un medio que cada día es más hostil, más agresivo y que nos empuja a vivir sin pensar. Si dejase de buscar explicaciones, seguramente el único instinto ( el de la supervivencia) me transformaría, al igual que sucede con esa gran mayoría de seres invisibles los unos para los otros. Al igual que esos cientos, esos miles, esos millones de personas que han aceptado el sometimiento a una vida sin pensar, centrados únicamente en dar satisfacción a las pulsiones más primarias en detrimento de la reflexión, de la búsqueda de los sentidos de nuestra vida.

Nos desenvolvemos en campos de lucha, pero es necesario saber porque unos luchan y otros simplemente merodean por el campo; necesito saber porqué unos adquieren hábitos y otros simplemente esperan a que otros les indiquen como seguir viviendo. Es una necesidad que, evidentemente, no me lleva a ningún sitio concreto, a ningún sitio material. Pero, siendo mi objetivo encontrar respuestas, seguramente lograr la satisfacción personal de conocer, de saber y de entender me resulte más satisfactoria que cubrir los instintos impuestos (esas imposiciones no son vistas como tales, pasando a ser una herencia que se transmite, un sinsentido que se transforma en cultura) . No lucho por una recompensa, no tengo como objetivo lograr un estatus o una posición ( ni económica, ni social, ni cultural...). Lucho contra mi mismo, contra la comodidad de mis ideas concebidas hasta no hace mucho como un hecho sólido e impenetrable. Lucho por resolver, en la medida que pueda, las contradicciones de mi vida y así poder entender la que me rodea. Lucho, contra el sentimiento de que lo irremediable, lo inevitable es lo normal. 

Creo que a partir de ahora, con algún paréntesis opinativo ( no puedo evitarlo), lo que transcriba en éste blog serán ideas y conclusiones a esa búsqueda ,pero huyendo de cualquier tipo de academicismo pues, si algo odio es al pretencioso que, aprendiéndose cuatro ideas, las recita y repite como un mantra cuya única utilidad es situarlo intelectualmente por encima de esa media a la que realmente pertenece. Lo que escriba, con un lenguaje que siempre será el mio y, evidentemente, con referencias aprendidas y asumidas (pero no referidas) de forma explicita, porque las usaré para explicarme públicamente las cuestiones y dudas que haya podido aclarar ( ojala que resolver).

Si en algún momento, alguno de los que puedan leer el blog piensa que es posible que la reflexión o el pensamiento que planteo sea de interés, que vale la pena "perder" un rato reflexionando ( o incluso leyendo) sobre el, habré sumado un ser humano más a la causa del pensamiento y la reflexión (sin ninguna pretensión).

No odio a la sociedad, porque ésta no es fruto de sí misma, sino producto de situaciones, hechos y relaciones que condicionan su desarrollo. Pero si me preocupa que mis hijas tengan que integrarse en un entorno hostil para la sensatez y la racionalidad; en un entorno de competencia construido por el miedo, el terror y la ignorancia. 

Y por hoy, creo que es suficiente. Pero amenazo con seguir, pues a pesar de que muchas de las cosas que digo en voz alta causan sonrisas y risas, considero que éstas actitudes son solo un instrumento de defensa y mera supervivencia que, excluyendo lo que no entiende, justifica la ignorancia y la estupidez impuesta. ¿Por quién?...lee amigo, lee.

miércoles, 26 de marzo de 2014

EL “FETICHE” DE LAS PRIMARIAS.

Me refiero, al término fetiche en su afección como objeto que trae suerte: amuleto. Los partidos políticos, fundamentalmente del arco social de la izquierda, parece que han encontrado respuesta a las reivindicaciones ciudadanas, cuando lo que han encontrado, en mi opinión, es un argumento para revivir su maltrecha imagen ante la ciudadanía: la ciudadanía, en su exigencia legítima de más democracia, lo que pide, además de que los partidos que, en principio la sustentan tengan practicas más democráticas, es que las instituciones que las representan también las tengan. Cuestiones como las listas abiertas en el ámbito electoral, la posibilidad de revocación de los cargos públicos, la rendición directa de cuentas, la reforma de la ley electoral, etc, forman parte de una agenda que, pese a las primarias, está todavía pendiente de abordar.

No obstante, tengo que decir que las primarias sí son un avance. Aunque pensemos que la cultura instalada mayoritariamente en éste país ( y digo pueblo o comunidad) es de bastante apática, con lo que habrá que seguir avanzando en éste instrumento de democracia, mejorándolo y normalizándolo en la vida cotidiana de la ciudadanía.


Evidentemente, que no solo se elija a un candidato, sino a una lista de forma directa es mucho más interesante. En el caso de un candidato, pensemos que será éste y la dirección del partido a que representa la que designarán la lista cerrada con la que concurrirán a las elecciones, lo cual resta credibilidad a la apuesta por una mayor democracia. En éste caso, se centra, de forma absolutamente presidencialista, en una persona en detrimento de la necesaria pluralidad, de ahí que para muchos se convierta el término y la practica en su fetiche para demostrar que se cree en la democracia aunque solo sea un instrumento, más propagandístico que democrático. 

LA MEMORIA SIEMPRE ES SELECTIVA.


Asistimos, en tono a la muerte del ex Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, a la exaltación extrema de su persona como un elemento clave en el desarrollo de la democracia, tal y como la conocemos hasta nuestros días. La exaltación por parte de todos los dirigentes políticos que compartieron coyuntura (pero también de los muchos subalternos autonómicos, provinciales y locales) y que se unen a la loa institucional ( en mi opinión, porque protocolariamente queda bien y sale en los medios) indica, cuan selectiva e interesada es la memoria.

No voy a entrar en valorar la figura del ex Presidente (aunque, por otra parte, simplemente decir que, en mi opinión, su mérito principal fue el sentido común, al ver que el deterioro de la dictadura franquista que él representaba era inviable en un entorno de democracias liberales, optando por seguir el camino lógico de transformar el régimen, adaptándolo a los nuevos tiempos y así asegurar la supervivencia de determinadas instituciones a “costa” de la concesión de determinadas libertades formales), pero si me gustaría opinar sobre el acto de homenaje (minutos de silencio, banderas a media asta, etc) que en el ámbito local se desarrollaron.

Entiendo que las manifestaciones de condolencia forman parte de la parafernalia institucional, pero no termino de entender porqué, en nuestro pueblo, se valora con tanta frivolidad nuestra propia historia; en concreto a nuestros propios convecinos. Y concreto. Entre nosotros ha habido personas de un valor social, cultural y humano de altísimo nivel. Personas que, enfrentándose al mismo régimen que representaba el Sr. Suárez, dieron los mejores años de su vida por una idea: la libertad. Y concreto más. El caso de un mi amigo y admirado Ramón Planelles podría ser una de esas personas que, pese a haber dado veinte años de su vida por sus ideas, pasó desapercibido al no tener ambiciones ni haber querido entrar en el juego político. Un hombre que hubiera merecido (y merece) un reconocimiento por parte de sus vecinos y por parte de la institución municipal. Por contra, ha sido olvidado, siendo recordado solo por su familia y los que le conocimos.

Un pueblo que tiene una plaza dedicada al Pontífice más reaccionario que ha conocido el mundo católico, se permite olvidar el patrimonio que supusieron ( y suponen) los hombres y mujeres que lucharon por la libertad, pagando con los mejores años de su vida la lucha por unas ideas ( la libertad y el socialismo). Se me ocurren otros: Arnaldo, Alejandrina, Patiño, Bayón, Villa, y tanto otros que han compartido anónimamente su vida entre nosotros sin que hiciéramos el esfuerzo de conocerles para así valorar su sacrificio.


Creo que los homenajes institucionales están de más cuando un pueblo olvida a los hombres y mujeres con los que convivió y a los que les debe, como mínimo, un recuerdo.

EN 2015, ELECCIONES MUNICIPALES (1)


Los resultados de la encuesta realizada por el PSPV-PSOE en el mes de diciembre de 2013, consolidan la expectativa de la salida del PP del gobierno valenciano después de 19 años, o lo que en los términos que el PP utiliza en referencia a otras Comunidades, “ el fin del régimen de la derecha”.

En la encuesta publicada no tenemos los niveles aproximados de participación y de abstención, lo que nos daría un dato fundamental a la hora de evaluar la salud estadística de la participación electoral. Simplemente decir que, en el caso de El Campello, ésta fue del 38,1 (o lo que es lo mismo: 7.084 ciudadanos y ciudadanas con derecho a voto, renunciaron a ese derecho).

El PP en nuestra localidad obtuvo un 41,7 (4718 votos) en las pasadas elecciones municipales de 2011. Hay que señalar que parte del voto nulo ( por la evidencia de ser papeletas de éste partido, pero de la candidatura de 2007) “pertenecía” a éste partido. Los conflictos de “liderazgo” parecen resueltos por los tribunales ( imputación del ex Alcalde por prevaricación en la asignación de contratos de forma irregular), por lo que es más que previsible que el voto al PP vuelva a concentrarse, a menos que la influencia de Democratas Valencians ( nuevo partido surgido en el ámbito local, ubicado, según su propia definición en el “centro”, pero que cuenta en sus filas con una ex Concejala del partido popular) y la más que previsible candidatura de UPyD le resten apoyo electoral.

En la comunidad el apoyo estaba siete puntos por encima del apoyo local, un dato que podría indicarnos una cierta desafección del votante de derechas en aquel momento que debería ser tenido en cuenta ( al igual que los anteriores factores citados de concentración nuevamente del voto y la emergencia de nuevas candidaturas)

El PSPV obtuvo un 25,31 (2860). Hay que indicar que, debido a los problemas internos (escisión encabezada por la ex Alcaldesa y ex Secretaria General que obtuvo un 5,66) colocaron al PSPV ante uno de sus peores resultado a nivel porcentual (2003:29,15, 2007:28,86) en una clara curva de bajada convocatoria tras convocatoria.
Es de suponer que la “resolución” de sus problemas internos propiciará un reagrupamiento del voto, aunque también hay que tener en cuenta que la imagen dada a lo largo de la legislatura puede propiciar la “huida” de voto, tanto hacia otras candidaturas de la izquierda electoral como hacia UPyD ( en éste último caso, dependerá de los candidatos y candidatas y su vinculación o no con otras candidaturas pasadas, por ejemplo, en la derecha electoral)

En el caso de COMPROMIS, hay que señalar que en 2011 la coalición se presentó escindida en dos opciones electorales: por un lado Iniciativa y por otro Compromis-Bloc. El 11,1% obtenido tendría que verse incrementado, siempre y cuando se logre ( como parece) que ambas opciones se presenten de forma conjunta ( la suma de ambas hubiera arrojado un 16,7%, muy por encima de los resultados que Compromis obtendría en 2015 según la última encuesta de referencia).

Esquerra Unida obtuvo un 7,2%, dándole el último sondeo a nivel autonómico un porcentaje superior al 10%, algo que debería estar rozando la coalición en 2015.

Finalmente, UPyD  y Democratas Valencians se nutrirán del desgaste de los partidos “tradicionales” por lo que sería impreciso aventurarse a asignarles un resultado porcentual definido. No obstante, simplemente considerar que ambos, previsiblemente, restarán por la derecha. En el caso de Democratas Valencians dependerá en mayor grado su resultado, no de la”marca”, sino de la composición de su propia lista de candidatos, ya que UPyD cuenta con un respaldo “mediatico” del que carece la última candidatura aparecida en la escena local.

Todo esto nos situaría ante un incierto resultado, pero que, presumiblemente apunta a repetir la pluralidad de las elecciones de 2011, con lo que la perspectiva de un cambio político ( igualmente ,después de 20 años de régimen de la derecha, utilizando su misma terminologia) es absolutamente viable. La cuestión será si, a diferencia de 2011, donde se pudo dar ese cambio, las organizaciones políticas podrían alcanzar un acuerdo donde primasen las propuestas por encima de las personas; de un acuerdo donde el único condicionante fuera el programa de gobierno y no quienes tendrían que desarrollarlo.

Los problemas de El Campello son muy graves a pesar de la escasa percepción que de ellos se tiene por parte de la ciudadanía, o al menos, de la poca contestación social que la gestión de un automatismo administrativo ( con la consiguiente dejadez de la acción política que influyese en las condiciones de vida de los vecinos y vecinas) que desarrolla el pp encuentra en la ciudadanía.

Abordar, no ya un programa de propuestas, sino un mínimo decálogo de ideas sobre el necesario desarrollo socio económico (nuevo modelo productivo), compromisos con las familias y los servicios sociales, articulación de propuestas en materia de juventud superando la opción “ocio”, y otras cuestiones deberían centrar la agenda de las organizaciones que pueden estar llamadas a gobernar la institución municipal. Y, en mi opinión, ya es tarde para ponerse a trabajar en una alternativa que, desde la pluralidad organizativa e ideológica, propicie el encuentro sobre propuestas.

PARTIDO
2011
2014
DIPUTADOS 2011
DIPUTADOS 2014
DIFERENCIA: % Y DIPUTADOS
PP
48,6
27-29,5
55
34-36
-19,1-20%- -9-11
PSPV
27,6
22,3-24
33
29-31
-3,6-5,3% -4-2       
COMPROMIS
7,1
12,3-13,5
6
14-16
+5,2-6,4%    +8-10
EUPV
5,8
10,4-11,1
5
11
+4,6-5,3%     +6
UPyD
-
5,3
8,1
7
+5,3%            +7


lunes, 24 de marzo de 2014

¿SOMOS LO QUE CREEMOS SER, O SOMOS LO QUE QUIEREN QUE SEAMOS?

UNA REFLEXIÓN EN TORNO A LA EDUCACIÓN

Estamos casi en el mes de abril, y eso quiere decir que al curso escolar le quedan dos meses, o lo que es lo mismo: se acabará el curso y se "afrontará" el próximo desde la resignación a que, los libros habrá que pagarlos (como sea...), el comedor habrá que pagarlo, porque si no se paga los padres no podrán trabajar o, en el caso cada día más común, no podrán buscarse la vida. Pero, comenzará el curso. Con quejas y lamentos de lo caro que está todo, incluso con algún que otro exabrupto, pero sin llegar la "sangre al rio".

Y mi reflexión está dirigida tanto a padres como a educadores: ¿qué vamos a hacer?. Las acciones simbólicas individuales no tienen, ni proyección ni repercusión, por lo que son inútiles. Pero las acciones colectivas, movilizaciones y tomas de postura parece que, ni están ni se las espera.

El curso pasado ya se intentó un plante con el asunto compra de libros, pero lo que se recibió por parte de padres (y algún educador) fue indiferencia; incluso algún educador se permitió el lujo de llamar en reiteradas ocasiones la atención a los alumnos que se retrasaban en aportar los necesarios materiales. Y, ¿entonces, que educación pública queremos, porqué protestamos e incluso hacemos huelgas?.

La resignación de los padres forma parte de ese nuevo espíritu al que el gobierno ha dado por llamar "mayoría silenciosa", pero la de los docentes ( sin ánimo de generalizar, pero haciéndolo) es, si cabe, más reprochable: ellos y ellas tienen en su mano la elaboración de materiales alternativos al igual que otros que, como parte de la lucha, están realizando una tarea fundamental: boicotear las editoriales, beneficiando a las familias. De poco o nada sirven los "bancos de libros", y no porque la iniciativa no sea en principio útil, sino porque se enfrenta con la despreocupación de las familias ( silenciosas). Aunque ésto no tendría que ser un condicionante para esos educadores comprometidos con la enseñanza pública.

Simplemente reflexionar sobre las formas y la estética; sobre lo que hacemos y su utilidad práctica en el día a día de las familias. Seguramente, si un colectivo de trabajadores y trabajadoras de la enseñanza se posicionase y plantase cara a la tiranía de las editoriales, por ejemplo, más de un padre o madre se les uniría.

Y termino. La lucha contra la violencia que el sistema está empleando para "embrutecer" a nuestros hijos e hijas tiene un ejemplo al que seguir: la marea blanca de la Comunidad de Madrid. No solo han logrado parar las privatizaciones, sino que han sumado a la ciudadanía a su causa porque han visto que, efectivamente, no se luchaba por mantener el empleo, sino por mantener un derecho. El cómo lo han hecho es algo que todos y todas tendríamos que emular como vía efectiva para concretar las reivindicaciones que se hacen en las movilizaciones. Mientras no sea así, se cubrirá el expediente y la conciencia, pero poco más.

domingo, 23 de marzo de 2014

VIVA EL 22M!!. Y AHORA, QUE?

No solo de manifestaciones vive el ciudadano consciente. El éxito de la MARCHA DE LA DIGNIDAD es un hecho que, ni las manipulaciones informativas de los medios al servicios del sistema, ni las agresiones de los represores al servicio del sistema van a empeñar. Hoy, los que participasteis en la Marcha y los que la hemos apoyado, tenemos pendiente concretar la continuidad de la lucha.

Desde el deteriorado mundo del trabajo, la lucha sindical debe centrarse no solo en la necesaria defensa del empleo, sino en la denuncia de todo tipo de arbitrariedad, abuso e injusticia: horas extras realizadas sin criterio, reparto de prebendas sin justificación, etc (caso de las administraciones públicas y, en concreto, en la que trabajo). En la denuncia de todo tipo de corrupción sin pensar en que pueda a fectar a unos o a otros pues no se puede graduar la desvergüenza. La reivindicación del reparto del empleo recuperando la dignidad de los salarios es algo en lo que se debe incidir aunque, en mi opinión, hay algo que en el ámbito sindical debe exigirse ( a las direcciones de los sindicatos), y es una mayor implicación en la vida social, un mayor protagonismo en la vida cotidiana a través de la horizontalización de las organizaciones, de su proyección local, de barrio, etc.

Desde la actitud personal, intentar que la lucha no pierda tensión, intentar aglutinar a todos y todas aquellos que siguen luchando, diversificando las acciones y, sobre todo, dándole una proyección pedagógica que contribuya a ampliar el apoyo a la lucha contra una realidad que nos aplasta cada día un poco más. Combatiendo la resignación e intentando sustituirla por rebelión: no hay más remedio. Implicar a los partidos a través de su militancia ( a través de las direcciones en ocasiones es imposible), e incluso a través de la creación ( como ya hicieron los compañeros y compañeras de la Sanidad Madrilena) de asociaciones e instrumentos colectivos similares para aglutinar a la ciudadanía combativa.

Hoy, el día después, debe propiciarse una reflexión, no sobre lo que fue, sino sobre lo que debe continuar siendo. Evidentemente sacando las conclusiones que sean precisas, denunciando la manipulación de los medios y la agresión de las fuerzas represivas al servicio del sistema, pero sin perder la perspectiva de que la lucha va a ser larga pero debe tener continuidad.

VERDE ¿ES UNA ETIQUETA?

El candidato elegido en primaria de EQUO considera que la unidad entre la Izquierda Plural y Los Verdes no es real ni necesaria. Considero que esta opinión refleja, de alguna manera, que EQUO no ha considerado ni "real ni necesaria" la unión de las fuerzas y formaciones de izquierdas en un objetivo común: derrotar a la derecha para así cambiar el rumbo político, económico y social de Europa. En mi opinión un error.

La unidad programática, transferida a una unidad electoral de las atomizadas y plurales fuerzas de izquierdas era ( y es) una necesidad. Europa, si nadie lo remedia, seguirá en manos de los mismos poderes "ademocráticos", con una socialdemocracia entregada al neoliberalismo económico. Le herramienta de la unidad se presentaba como algo más que un mero interés electoral: una responsabilidad.

Se parte de una premisa cierta en cuanto a la socialdemocracia: no representa posiciones de izquierda, excepto en algunas partes aisladas y casi testimoniales de su discurso. No obstante, haber desechado una propuesta de alianza también hacia la socialdemocracia denota una serie de prejuicios que rayan en lo dogmático. Es cierto que el PsoE es un partido con un contenido programático e ideológico actualmente distante a cualquier posición de izquierdas, pero el haber hecho un llamamiento a esas bases sociales y políticas habría demostrado a la ciudadanía que SI se quería la unidad en lo programático. El problema lo habría tenido el PsoE en caso de desechar la unidad.
Otra cuestión es la dificultad de encontrar nexos comunes en lo programático a causa de las listas. Izquierda Unida, siguiendo una dinámica impuesta en su seno por la formación que la lidera, ha renunciado a una apertura hacia el resto de formaciones que la aislan, a pesar de seguir siendo el principal referente anticapitalista y de transformación. "Podemos", la nueva herramienta político electoral de Izquierda Anticapitalista ha desechado igualmente una alianza con IU a causa de esa "dinamica" interna de la Coalición que relegaba a sus representantes. Equo ni se lo ha planteado, pues su opción era otra ( Compromis).

Personalmente considero que se siguen perdiendo oportunidades. En ocasiones por un enquistamiento del debate ideológico que anula el debate de propuestas e impide el acuerdo estratégico. Lo que está claro es que, siendo la calle un punto de reflexión fundamental, la revolución tiene como instrumento ( en el actual marco legal) único las instituciones, y para llegar a controlarlos y utilizarlo hay que sumar electoralmente. Sin concesiones ideológicas, pero con la flexibilidad necesaria que permita a todos sentirse incluidos y parte de un proyecto diferente, transformados y de gobierno.

No estoy, ni pidiendo ni insinuando que se releguen las ideologías, sino que éstas se dirijan a la construcción de un espacio común donde buscar encuentros. Desde la pluralidad se puede y se debe construir.

Evidentemente el caso del PsoE es distinto. Sus motivaciones son diferentes, aunque creo que sin su participación ( las teorías del sorpasso han quedado en meras especulaciones) es difícil construir un proyecto de progreso y verdadera democracia política y social. Desde aquí un llamamiento a esos militantes que siguen partiéndose la cara en las calles mientras sus dirigentes no se ensucian las suelas de sus caros zapatos desde las moquetas de los despachos.

Y finalizo. Verde, no es una etiqueta, es una necesidad para la izquierda. La transformación salvaje del medio natural en beneficio del capitalismo debe abordarse desde la militancia política y tener transferencia en los programas políticos. Pero nadie tiene o debería tener el patrimonio de VERDE, sino que tendría que ser algo transversal en las propuestas y programas, por lo que la unidad en torno a lo VERDE es algo más que una cuestión de oportunidad: es una necesidad vital para la humanidad, y así tiene que ser valorado por la izquierda plural, en la que sigue estando EQUO, aunque en estos momentos no la considere ni necesaria ni real.

LA CONCIENCIA CRÍTICA DEL PSOE

Izquierda Socialista ha sido noticia en las páginas de público en éstos últimos días. La primera aparición en los medios fue a raíz de la aprobación de la lista electoral para las Europeas , donde I.S se quejaba "amargamente" del ninguneo de "su"sensibilidad al ser, nuevamente excluidos. Hoy, y de alguna manera relacionado con la aprobación de lista, se informa que uno de los miembros históricos ( fundador, junto a Luis Gomez Llorente, Pablo Castellano, Santesmases y otros compañeros), Manuel de la Rocha, recuperará su escaño en el Parlamento ( la dimisión de Elena Valenciano propiciará que la lista corra).

El titular es, en mi opinión, excesivamente benevolente, pues aquella conciencia crítica que propició en el XVXVIII Congreso la dimisión de F.Gonzalez y la convocatoria de un Congreso Extraordinario no se transformó en una verdadera conciencia, pasando a formar parte de ese imaginario de lucha que todavía, y de alguna manera, subsiste en las filas del PsoE, Y no concreto su compromiso inicial por que en virtud de una mal entendida lealtad, se consideró que le lucha de ideas no debía transformarse en una lucha por el poder interno, siguiendo los métodos y modos de lo que en aquel entonces conformó la mayoría.

Ya en el año 1983, Ignacio Sotelo ( otro de los fundadores) denunciaba en las páginas de Leviatan la deriva "institucionalista" y el consiguiente abandono del partido en beneficio de las instituciones, o lo que es lo mismo; la supueditación del partido a la estrategia única del poder institucional abandonando el instrumento de pedagogía social (el partido).
Es cierto que las diferentes direcciones del PsoE han intentado anular la opinión crítica en el seno del partido, cuestión que debería haber motivado una estrategia por parte de IS, algo que no fue posible.

En el libro Educación Pública y Socialismo (Catarata), se plantean los porqués de aquella renuncia inicial a liderar un partido que, como afirma Antonio Garcia Santesmases, se convirtió ( siguiendo una estrategia claramente identificada con los partidos catch-all party: interclasismo, vaciado ideológico, etc, anticipándose de alguna manera a esa "tercera vía" que acabo llevando a la socialdemocracia a entregarse en brazos del neoliberalismo) en una mera herramienta electoral al servicio de la cúpula dirigente. Y aquella renuncia acarreó serios problemas para los militantes que consideraban, no solo que el marxismo seguía siendo un referente de análisis, sino que el partido tenía la obligación de mantener su carácter "pablista" ( Luis Gomez Llorente define la posición como "socialistas de viejo cuño" en su discurso en el 20 aniversario de IS con éstas palabras: los que creen que aún cuando ahora se utilice un lenguaje edulcorado para describir los fenómenos sociales, un lenguaje tan técnico y tan sociológico que a veces resulta encubridor o desorientador, la explotación subsiste, la contradicción de intereses - llámesele como se quiera- está ahí, que la dominación de unos pueblos por la prepotencia de otros es inocultable, así como que la llamada exclusión y marginalidad en nuestras sociedades, o el hambre del mundo, serían evitables mediante el uso planificado de los recursos disponibles) y su compromiso con las ideas. Esto no significaba anclarse en ese glorioso pasado, sino simplemente no perder la perspectiva de lo que eramos, de lo que somo y de lo que estamos obligados a ser). 

Recordar la verdadera persecución de los militantes de IS en la etapa en la que la Corriente se alineó con los sindicatos en el enfrentamiento con el Gobierno de F.Gonzalez, o el apoyo al NO a la OTAN.

En definitiva; la Corriente ha pasado por muchas vicisitudes para acabar hoy "emulando" las posiciones que tanto se criticaron: la fuerza de IS está en la representación institucional. No existe un censo ni una lista porque no se consideró necesario, pues parecía casi un "censo paralelo", no se considero necesario establecer una estrategia de crecimiento que, al tiempo que fortalecía IS ayudase a construir un frente de izquierdas interno que propiciase, como mínimo, una lucha de ideas que contrarrestase la deriva social liberal y entreguista que el PsoE había asumido como "inevitable".

Con Zapatero en la Secretaría General, desapareció de los estatutos el artículo que reservaba un porcentaje de representación orgánica a IS, algo que, en mi opinión, tenía que haber obligado a IS a replantearse su posición y a iniciar una expansión, un crecimiento en las agrupaciones que garantizase que su presencia fuera posible avanzando en el apoyo directo de militantes y no de tantos por ciento. Pero aquello tampoco fue considerado, ni como necesario, ni como oportuno.

Hoy, nos encontramos con la existencia testimonial de Izquierda Socialista. Una Corriente que, habiéndo desechado la confrontación interna ( de ideas y propuestas, con aceptación, evidentemente, de la democracia y con lealtad a los acuerdos, que no a los lideres), se agarra a la representación institucional como única forma de subsistencia.

Haber pertenecido a la corriente me hace seguir considerando a todos y cada uno de los que actualmente siguen considerándose como miembros de la corriente como compañeros. Compañeros a los que aprecio y en los que valoro su trabajo militante pero con los que difiero en los objetivos: recuperar el partido a través de la pedagogía política, incrementar el apoyo en las agrupaciones, expandir IS en el Estado Español como instrumento de transformación interna ( casi un 15M interno) porque, el PsoE es necesario para la lucha y es profundamente irresponsable (para un militante, evidentemente para un pagacuotas no) dejar el partido en mano de la actual élite de dirigentes cuyo objetivo dista mucho de transformar la sociedad.

Quizá esperar una reacción esté fuera de lugar, pero creo que los militantes de IS tendrían que pensarlo pues el enemigo, sí, es la derecha, pero el adversario para vencer a la derecha lo habeis ( hemos) tenido dentro de casa y habría que combatirlo igualmente ( seguir confundiendo lealtad personal con la necesaria lealtad a las ideas es, en mi opinión, un error que nunca nos perdonarán y nunca podremos perdonarnos).

Un fraternal abrazo Socialista.




jueves, 20 de marzo de 2014

RECUPEREMOS LA CULTURA DE LO COLECTIVO Y LA CONCIENCIA DE CLASE COMO ARMA PARA LA LUCHA.

Una de las características de la sociedad en la que vivimos ( definida por algunos autores como pos moderna y por otros de la “hipermodernidad) son, por un lado, el individualismo, el hedonismo y, lo que en mi opinión es más difícil de asumir, la aceptación de las desigualdades. La sociedad, de forma mayoritaria concibe las desigualdades sociales como algo “normal”, algo que ha pasado a formar parte de la cultura de la pobreza en la línea de la definición que el antropólogo Oscar Lewis (entre 1961 y 1966) cuyos aspectos básicos eran: odio y  del gobierno, cinismo frente a las creencias, fuerte orientación hacia vivir el presente (en busca de un hedonismo con efecto placebo en lo social) y escasa o nula planificación del futuro. Lewis afirma igualmente que la cultura de la pobreza ( en su transmisión como parte de ese ideario colectivo que pasa de generación en generación) “suele perpetuarse pasando de padres a hijos, con lo que las nuevas generaciones no están psicológicamente preparadas para aprovechar las oportunidades que pueden surgir a lo largo de la vida ( apunta en su estudio que un 20% de pobres tienen asumida la cultura de la pobreza y el 80% restante, a pesar de vivir en condiciones infraestructurales no están condicionados por los factores psicológicos que encierra ese tipo de cultura).

No obstante y a pesar de que esta cultura se impone,  estoy de acuerdo con Marvin Harris en que el estudio adolece de la proyección socio política necesaria para entender un sistema, donde la desigualdad se hace “inevitable” para un sector determinado, pretendiendo que ésta inevitabilidad sea asumida como un hecho natural y no como un hecho político y económico.

¿Con esta reflexión, que quiero plantear?. Sencillo: la sociedad pos moderna, la que como perversa característica tiene la aceptación ( fruto de una imposición económica y cultural) de la realidad social y económica como un hecho inevitable. La que vive resignada a causa de la ausencia de unos principios y valores que el mismo sistema que les condena suprimió (sustituyéndolos por otros digamos, más aceptables para los que se sitúan socialmente en un nivel superior)tiene ante si, únicamente dos opciones: o continuar el camino impuesto(resignación), o empezar a caminar por otro diferente (rebelión, entendida como actitud personal). Esta cuestión debería centrar el trabajo político y sociológico orientado a devolver progresivamente a las amplias capas sociales que componen en la actualidad la mayoría resignada,  ese elemento de cohesión que es la cultura propia y compartida; donde el valor de la solidaridad, el apoyo mutuo y la empatía sustituyan al individualismo y el hedonismo. Donde el valor de la justicia social vuelva a ser el vagón de enganche de cada día más en la construcción de una alternativa a la “inevitabilidad”.
Es por tanto responsabilidad de todos los que actuamos, en alguna medida, en el campo de la política o la opinión social, insistir en que el discurso perverso de la “inevitabilidad” puede y debe ser enterrado empezando, por un proceso de reflexión personal, preguntándose cuestiones como: ¿me importa la sociedad en la que vivo, me importa la sociedad en la que van a vivir mis hijos?. Quizá, desde esa actitud, en principio individualista, podamos empezar a pensar que la cultura que nos domina y nos oprime es el problema ( y con ella, todo aquel estamento social, político y administrativo que sirve a ese propósito), y que tenemos opciones para cambiarlo y ponerlo al servicio de los intereses colectivos y, sobre todo, al servicio de un futuro donde nuestros jóvenes no tengan que emigrar ( si no es voluntariamente) para poder vivir con un mínimo de dignidad.

Y para concretar ese cambio, esa transformación cultural, los instrumentos con los que contamos son, o los que el sistema nos ofrece, o los que podamos crear. Los primeros, ocupados por ese subsistema endogámico de intereses personales que utilizan las estructuras partidistas para su propio beneficio; los segundos, difíciles de concretar, máxime si tenemos en cuenta la atomización social y la primacía de ese hedonismo al que hacía referencia, incluso, como un “nuevo instrumento de cierta cohesión social” ( fiestas, celebraciones, etc). Por consiguiente, ¿Cuál es la solución propuesta? (toda reflexión debería conllevar una propuesta): sustituir la queja permanente sobre la “inutilidad” de las estructuras de partidos ( esa crítica y queja no van acompañadas de una actuación sobre la situación que consideramos el problema, sino de un cómodo olvido) por una toma, por una ocupación social de esas estructuras partidarias que, en el caso de la izquierda ( el que personalmente me preocupa) han sido hurtadas a sus legítimos propietarios: los y las trabajadores y trabajadoras. Por ello, tomemos los partidos de izquierda y, desde la crítica, resolvámosla con una implicación personal que convierta esos instrumentos, nuevamente en colectivos y, por lo tanto, útiles a los intereses de clase (y aquí tendríamos que volver a lo enfrentarnos a la cultura de lo inevitable que nos impone resignación y, por lo tanto, pérdida de conciencia): de la clase trabajadora (empleados, parados, jóvenes… todos y todas somos clase trabajadora pues lo único que tenemos es nuestro trabajo para subsistir.


miércoles, 19 de marzo de 2014

Y, DESPUÉS DEL 22, ¿QUÉ?


La alternativa a la “mayoría silenciosa” es ser y formar parte de ese sector de la sociedad que se enfrenta a las políticas austericidas de la derecha gobernante con el instrumento de la movilización. En mi opinión, una movilización necesaria, pero que por la ausencia de una verdadera estrategia, se convierte en simbólica y, por ende, poco practica. Me explico.

Evidentemente, el 22 es necesario que la masiva movilización de trabajadores y trabajadoras muestre al Gobierno de la derecha que se está, no en desacuerdo, sino absolutamente enfrentado, no solo a las medidas políticas y económicas, sino al funcionamiento de las instituciones y en esa toma de distancia del pueblo pretende legitimarlas, pero solo de forma normativa. Deberían tomar nota, pero no solo ellos (el gobierno), sino los partidos de la oposición de izquierdas ( alguno de ellos no solo no apoya, sino que ha criticado la convocatoria por ser, en su opinión, fruto de una acción radical y antisistema).

No obstante, tanto en esta ocasión como en otras (huelgas generales, otras marchas sobre Madrid, manifestaciones unitarias en Alicante, etc.) mantengo la opinión que, de forma aislada, la movilización no cumple con la totalidad de objetivos que se mantienen. Me explico.

Existe claramente un imaginario que se impone a través de la emotividad, y en este caso, la necesidad de sentirse parte de ese sector beligerante, induce a participar como si éste fuera el elemento final de la estrategia cuando tendría que ser un instrumento más en una secuencia planificada para concretar una oposición política y social al sistema. Los sindicatos (los mayoritarios por su burocratización y los alternativos por su intento de aglutinar sentimientos de frustración, pero con poca trascendencia a la vida social, desgraciadamente) juegan un papel clave en la “desmovilización” dentro de la movilización: la renuncia a una estrategia continuada y más concreta en lo territorial ( con una vertebración con movimientos más amplios que desembocasen en una masiva acción colectiva) hace que determinados actos reivindicativos necesarios y oportunos, se conviertan en meras reivindicaciones de fe.

Evidentemente, soy consciente de que la discrepancia en cuanto a objetivos y métodos propicia inmediatamente un rechazo en los sectores que abanderan los movimientos de protesta, porque en torno a los mismos se ha creado una especie de “lealtad necesaria e inquebrantable”, donde la reflexión crítica tiene poca o nula cabida, siendo interpretada como una especie de “disidencia”, lo cual convierte al discrepante en un “enemigo de clase”, cuando es todo lo contrario ( o al menos debería). Pero no por ello voy a seguir dando mi opinión respecto a lo que pienso: desde el apoyo ideológico pero desde la discrepancia estratégica.

Por último, señalar únicamente que, los mismos que gritan a favor de la unidad, lo hacen a favor de la unidad en torno a sus propios intereses ( ideológicos, burocráticos, etc), pero considerando a los que caminan enarbolando otros símbolos como adversarios a los que necesariamente hay que derrotar igualmente. La reflexión no es una virtud de la sociedad, y el movimiento político alternativo (y necesario) es, en demasiadas ocasiones, ejemplo de ello.


Espero y deseo que la marcha a Madrid sea un éxito. Espero que la integridad física de los participantes sea respetada por las fuerzas que protegen el sistema contra los “desordenes” de la discrepancia. Pero también espero que tras la movilización se sienten las bases para una estrategia verdaderamente unitaria, duradera ( el enemigo no es solo el que gobierna, sino el sistema mismo que lo mantiene) y efectiva, donde lo pequeño complemente lo masivo.

EL IMAGINARIO COLECTIVO RESPECTO AL SÍMBOLO DE LA BANDERA NACIONAL.

Desde una perspectiva sociológica, uno de los símbolos de la unidad del Estado es la bandera. Al margen de las consideraciones historiográficas sobre la bandera (1785, primer pabellón naval de Carlos III), hay que decir que la actual enseña nacional no ha sido considerada por muchos y muchas ciudadanos y ciudadanas como la propia a causa del uso que de ésta se hizo por parte del bando golpista en la Guerra Civil. La “repulsión” viene dada, no por una cuestión política, sino por lo que en sí misma simboliza como imposición de una significación represiva.

Pocos esfuerzos se hicieron durante la transición y sí muchas concesiones a la hegemonía franquista ( con todo lo que ello conllevaba), fruto de la amenaza coercitiva que suponían unas fuerzas armadas y unos cuerpos de seguridad todavía obedientes a las “leyes del movimiento”.

Ahora, estandarte es utilizado de forma maniquea, o bien por los que añoran la “una, grande y libre” (eufemismo de términos donde los hayan) o bien por unas generaciones que ya no asocian la “roja y gualda” con el franquismo genocida ( el debate sobre el genocidio “de ambos bandos” es un sinsentido, pues, sin justificar la barbarie que un conflicto armado desarrolla en los bandos contendientes, es absolutamente injustificable y una necesidad histórica el reconocer de una vez, que el franquismo utilizó la legitimidad inicial de los instrumentos del estado -pervirtiendo la legitimidad democrática en beneficio de la imposición de un orden “ilegítimo” basado en la coerción- para imponer, no solo una forma de Estado, sino todo un conjunto de símbolos que, desde la coerción, fueran asumidos por la sociedad (de forma impuesta y no consensuada). Por lo tanto, diferentes sectores de la sociedad verán siempre el símbolo impuesto como algo ajeno.
Igualmente, la aceptación acrítica de la bandera, debe hacerse, no desde la rememoración de los significados impuestos, sino desde la normalización ( en EEUU, por ejemplo, y teniendo un peso social importante la simbología de su bandera, no es delito la quema de la misma, algo que en España es considerado como una afrenta) que , por otro lado, todavía está pendiente respecto a  ese ignominioso período que no ha sido cerrado todavía ( de forma voluntaria y ofensiva, el Estado se niega a reconocer el sufrimiento de los que todavía yacen sepultados en cunetas y fosas comunes) y que mantiene vivo el enfrentamiento.

La bandera, al igual que la “marcha real” (himno del Estado, heredado/impuesto por el sistema dictatorial, que fue el que “veló” por el mantenimiento de la simbología franquista durante la transición) tienen todavía que “ganarse” la legitimidad en un amplio sector de la sociedad, que espera y desea ( sin que en esa espera y en ese deseo subyazca ningún ánimo revanchista, sino todo lo contrario) la normalización a través de la dignificación de las victimas asesinadas por el fascismo en una estrategia claramente genocida y de limpieza ideológica efectuada por el franquismo.

Apelar, de forma simplista, a la unidad de España utilizando el argumento de la bandera, es algo que ralla el cinismo. La unidad se debería establecer en función de valores compartidos y no de símbolos impuestos.
En nuestro país, un sector todavía importante de la sociedad asocia la unidad en los términos de ese imaginario colectivo impuesto por la violencia fascista que sufrimos durante más de cuarenta años y que heredamos a golpe de “tutela” de los mismos poderes fácticos que mantuvieron el régimen criminal y genocida.


La unidad, como decía, debería basarse en un conjunto de valores compartidos, no impuestos, que configurasen un ideario consensuado basado en la diversidad social, cultural, política, de razas y de perspectivas políticas, pues solo desde ahí se puede lograr el consenso necesario que de legitimidad a símbolos y a las instituciones que éstos representan.

EN RESPUESTA.

Me plantea un atento (o atenta, pues no lo dice) lector, una dificultad a la “imposible propuesta” que lanzo en la entrada que titulo COMO SIEMPRE, HAY ALTERNATIVAS. Esta es que, en el hipotético caso de que el Ayuntamiento se decidiese a plantear una (en palabras del atento o atenta) “propuesta inviable”, a los posibles beneficiarios de la alternativa socio laboral les surgiría un problema: la financiación inicial. Es cierto, la concesión precisaría de un desembolso inicial importante para la adquisición de los materiales y elementos necesarios para el desarrollo del servicio. No obstante, creo que nuestro Ayuntamiento, la “casa de todos”, podría “gestionar” con las entidades bancarias de la localidad (beneficiarias directas e indirectas de nuestros ahorros y nuestras deudas) la financiación de los gastos, siendo como sería ( en el hipotético caso de la “propuesta inviable”) un contrato plurianual lo suficientemente importante como para garantizar el pago de los intereses y el capital. ¿Podría ser ésta una solución, o también es inviable o imposible?. Yo creo que, a riesgo de ser, en cierto grado engreído, al menos es plausible.

Pero yo le planteo al atento o atenta lector o lectora una pregunta: ¿considera, políticamente ,a nuestros representantes capaces de tomar tal decisión?. Ahí estriba el problema y no en la “intendencia”, que al fin y a la postres sería simplemente trabajar un poco en beneficio de los demás. ¿No le parece, atento o atenta lector o lectora?.


martes, 18 de marzo de 2014

COMO SIEMPRE, HAY ALTERNATIVAS.

“Las empresas podrán colocar las hamacas y sillas que deseen en las playas

El Ayuntamiento convoca la licitación de diversas zonas de ocio en Muchavista, el Amerador y Carrerlamar La adjudicación será por cuatro años con una prórroga de dos”

Fuente: Diario Información del 18/03/2014



La noticia parece irrelevante; parece el anuncio de un nuevo ( con novedades) trámite administrativo que, de forma mecánica, se realiza todos los años al objeto de dotar al único recurso “industrial” de El Campello de un cierto contenido: las tumbonas y sombrillas de las playas ( hamaca  me lo acepta el corrector de Word, pero me gusta más tumbona).

Y, así es; es un mero trámite, porque hablamos de una administración que hace mucho tiempo que renunció a innovar, que renunció a buscar nuevas líneas que se aproximasen a una gestión política. Por esto, y desde la crítica al automatismo administrativo ( aún con novedades), me gustaría plantear una alternativa que, evidentemente ( y como le gusta al primer edil), es mi opinión.

Se saca a concurso la adjudicación de tumbonas, sombrillas y demás elementos lúdico veraniegos para que, en función del interés ( que lo hay) las empresas del sector pujen para explotarlo durante los meses de verano. Igualmente nos encontraremos con la próxima “subasta pública” de otros servicios relacionados, como es el de los socorristas.

Y yo me pregunto, ¿hay otras alternativas?. En mi opinión, si.

Seguramente no se han parado ha pensar ( igual no ahora, pero si hace unos meses, e incluso años) en el número de desempleados que hay en nuestra localidad, ¿o sí? ( la pregunta tiene intención, pues si alguien tiene en mente alguna respuesta relacionada con el “plan de rehabilitación urbana” que incidiría en el empleo, creo que el error va a ser mayúsculo). El número de desempleados en edad de trabajar ( o sea, a partir de 16 años) es importante: los datos de la Generalitat Valenciana, en febrero de 2014 son 1.287 mujeres y 1.211 hombres, o lo que es lo mismo, un total de desempleados y desempleadas de 2.498 vecinos y vecinas. 

Seguramente, de esos 2.498 vecinos y vecinas, más de uno estaría dispuesto a trabajar en verano ( o cuando sea). Seguramente estarían algunos y algunas de ellos y ellas ha constituir, crear o poner en marcha una cooperativa para optar al servicio ( con el consiguiente gasto en material que esto supondría). Seguro que algunos y algunas estaría dispuestos a contratar con el Ayuntamiento, por lo menos 8 o 10 años ( alguna empresa de allegados al partido que gobierna, incluso miembros de la candidatura “agradecieron” el largo contrato de servicios que les “concedieron” en materia de deportes, por ejemplo). Seguro que habría algunos interesados. ¿Cuál es la diferencia?. Muy sencilla: Si se contrata, por interés social, a un colectivo del pueblo, compuesto por parados y paradas, el beneficio de esa contrata se repartiría entre ellos, “quitándole” al empresario de turno un suculento bocado ( proveniente no solo del margen de ganancia empresarial, sino de lo que ese empresario “limase” en salarios y demás.

¿Viable?. Absolutamente. ¿Posible?, absolutamente…imposible, pues ni el gobierno actual ni los supuestos aspirantes han planteado una iniciativa encaminada a socializar el posible empleo indirecto que el Ayuntamiento crea de forma periódica.

La cuestión es simple: o política, o gestión mecánica, con más o menos novedades. No hay elección, aunque dentro de un años y medio, más o menos, si la habrá. Entonces, ¿el vecino o la vecina, poseedora del “poder del voto”, pensará en cuestiones de éste tipo, o simplemente podrá más la visceralidad partidaria que la coherencia ideológica ( aunque solo sea desde una actitud de supervivencia)?


LA PLURALIDAD COMO PROBLEMA.

He leído en más de un medio de comunicación algunas sugerentes declaraciones de algunos no menos sugerentes “líderes” partidarios. En el caso que quiero tratar, se concretan en una propuesta ( o insinuación más o menos seria) proveniente del ex Presidente Zapatero, que, parece que ha tenido “oídos” en el partido de la derecha que nos gobierna: un pacto a la alemana. ¿Un pacto a la alemana?. Vamos, que derecha e izquierda ( al menos nominalmente) se unan contra el “desastre” que supondría una excesiva “atomización” (¿porqué le llaman atomización si podrían llamarle pluralidad?) del parlamento en una hipotética próxima legislatura con una representación parlamentaria más amplia que en la actual, y en donde ninguno de los dos partidos alternantes hubiera podido obtener la mayoría absoluta.

Está claro que la deriva de la dirección del PSOE no está demasiado acorde con su militancia, ¿o sí?. Es algo que, evidentemente tendría que decir su militancia, pero por lo que se manifiesta en esos perversos mentideros de las redes sociales, muy contentos no están.

La ocurrencia de un “pacto a la alemana” se fundamenta en una supuesta inestabilidad parlamentaria similar a la que tuvo que “soportar” el ahora proponente, o ideólogo, u ocurrente ZP. El “líder” de los derechos cívicos ( nadie puede discutirle los avances, tímidos, pero avances), asumiendo su papel como “estadista” (papel que parece que posee a todos los ex presidentes), y velando por los “intereses” de España, sugiere la posibilidad. ¿Posible?.

A la pregunta, tendría que responder la dirección del partido, aunque dada la escasa personalidad que ha demostrado en las últimas semanas y a la vista del carácter “Bulgaro” de sus deliberaciones, poco dirían, a menos que lo diga primero alguien que pueda, o mandar ahora, o mandar en el futuro.

Personalmente, y analizando la trayectoria institucional del PSOE (pacto con la derecha, española, vasca, catalana…) no parece una especulación sin sentido. No obstante, y visto desde un punto de vista ideológico ( para Bono sería únicamente romántico, pues eso de las ideologías es algo del pasado; ahora lo que prima es defender el “orden establecido”, como buen ex ministro de defensa…) me parecería el entierro definitivo de la socialdemocracia. Si ahora está con medio cuerpo fuera de la sepultura, solo faltaría esa “palada” para sepultarlo definitivamente, lo que, operativamente no supondría nada para la dirección, pues creo que incluso están barajando cambiar de nombre al partido ( eso lo digo yo).

La militancia ( y no me refiero a los miles de pagacuotas que figuran en los listados) tiene mucha responsabilidad en la deriva de su partido, pues tiene mecanismos para obligar a sus dirigentes a rectificar e incluso sustituirles. Quizá ese sentimiento al que recurren tanto los dirigentes ( sean de la organización que sean, parece un discurso aprendido en la escuela del institucionalismo político), como es la lealtad, sea uno de los reparos para esa militancia socialista que todavía mantiene el carnet, aunque sea solo por romanticismo.

En fin, que la solución a los males futuros de un parlamento “atomizado” (¿plural?) pasan por una gran “coalición por España”, como si los miembros de los “átomos” no fueran españoles.